La última palabra que
me dijo
el viento la robó de sus labios
dejando un adiós por acertijo
y sed de sus abrazos en mis brazos.
el viento la robó de sus labios
dejando un adiós por acertijo
y sed de sus abrazos en mis brazos.
La calle me golpeó de escaramuza,
el frío me mordió en los talones,
sufrí el abandono de las musas,
maldije con malditas maldiciones.
Enlutado de cerveza vestía
pateando las costillas del mañana,
bebiendo a sorbitos la mesticia,
el té de hierbabuena con pestañas,
la última palabra que me dijo
el viento la robó de sus entrañas.
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