domingo, 9 de diciembre de 2012

Hay días en los que no existo


Hay días en los que no existo,
que sólo soy una sombra,
una mancha.

Hay días que la caries se entierra en mi corazón,
en que la ausencia se posa en mi cama y me reclama.

Hay días en los que no existo,
que no sé de mí.
Me busco en el espejo y sólo encuentro fantasmas,
botellas de alcohol vacías,
colillas de cigarro,
tristezas de otras vidas.

Hay días en los que no existo,
en los que soy nada,
sólo lágrimas,
sólo un pedazo de muerte,
sólo una idea irreal.

Hay días en los que no existo
y me escondo en las paredes
susurrando:

- No me abandones. –

09 de diciembre de 2012
México, D.F.

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