sábado, 19 de noviembre de 2011

Sin título

A Viviana Castillo

Viviana vive entre mi boca y mi bragueta.
Vuela en mi vientre
y baila vestida de ave.
Busca en mi saliva brebajes para sus versos.
Bebe de mi vino,
vomita mis vísceras,
vela en mi ventana.

Viviana navega en mi velero,
viaja por mis venas,
besa mis labios,
se vuelve virgen cada viernes,
se viene en mi vacío,
me vierte su veneno,
me brinda su monte de Venus,
su vulva/llovizna,
su vagina/belleza,
me vuelca al viento.

Viviana abre mis vórtices,
vende sus sílabas
y revive mi cadáver con su voz gaviota,
con su abracadabra de viejas vidas.
Viviana se abalanza sobre mi clavícula
con su venganza de violetas y claveles.
Lleva a Huidobro en su bolso
junto a su labial y mi sombra.
Aviva a mi cuervo, me embriaga con vodka,
envuelve mi desvelo en su brevedad,
se hace verbo en mi vicio.

Viviana, navío noctámbulo en mi alba,
idilio de noviembre, de invierno.

1 comentario:

  1. Me enamora la escencia de cada letra. Cada una con profundo aliento. Se ha vuelto uno de mis escritores favoritos.
    Si alguna vez salgo de mi trance, le pediré que critique algunas de mis letras.
    ¡Saludos!
    Un placer leerle

    ResponderEliminar